Está falaz y naif idea es fomentada por las campañas publicitarias impulsadas por las administraciones, guiadas y financiadas por Ecoembes, supuesta entidad sin ánimo de lucro. Dicha entidad dedica todo su esfuerzo y grandes cantidades de dinero a trasladar a los medios, administraciones y ciudadanos que este sistema funciona, mintiendo sistemáticamente en las cifras de reciclaje, mentiras claramente interesadas, convirtiéndose en el principal garante del sistema actual. Ecoembes asocia a los principales productores de envases y embalajes, muchos de ellos superfluos e innecesarios, además de contaminantes y de difícil o imposible reciclaje. Este sistema esquilma recursos materiales y energéticos, llena vertederos locales, y  exporta el problema a países remotos, a los que envía miles de toneladas de residuos. 
 
Este lobby presiona para que nada cambie, para que sus cifras de negocio no se resientan, despreciando alternativas mucho más razonables y ecológicas como el SDDR (sistema de depósito devolución y retorno) simplemente por ser menos rentables para sus asociados. 
 
Para convencer de las supuestas bondades de su sistema depredador mantienen una omnipresente campaña de greenwashing, seduciendo con sustanciosas cantidades de dinero a aquellas entidades que estén dispuestas a pervertirse contribuyendo a su propaganda, dándole a su sistema esquilmador un barniz "eco".
 
Consiguen inexplicablemente, mediante sobornos, la colaboración de algunas organizaciones ambientalistas como la SEO(Sociedad Española de Ornitología), a la que financian proyectos como " Libera" consistente en la limpieza de residuos de algunos parajes naturales, con abundante y escrupulosa documentación y difusión de dichas acciones. Así mismo acuden a colegios e institutos a dar charlas sobre reciclaje, y repartir algún contenedor para dichos centros, todo ello también profusamente documentado y difundido por los medios de comunicación. 
 
El reciclaje no es la solución al problema de los residuos, es cómo poner una tirita intentando contener una hemorragia qué aumenta año tras año. Solo una política enfocada a la reducción y la reutilización de los envases pondría freno al actual despilfarro de energía y recursos. 
 
No contribuyamos al lavado de cara de la mafia del residuo, hay que quitarles la careta verde. 
 
Artículos de interés para ampliar información; Pablo Rivas en "El Salto".
 
AUTOR: David Villalba Collado