El anuncio fue hecho por Jose Luis Martínez Guijarro, secretario de coordinación institucional ante los medios.

Por lo visto, lo que en un principio fueron fenómenos aislados que se creían puramente accidentales como que Emiliano García Page cambiara de discurso según lo hacía su auditorio, o se le saltaran las lágrimas repentinamente al sonar el himno de la legión, fueron  convirtiéndose en motivo de preocupación y desconcierto en la medida en que empezaron a salir por su boca exabruptos que dejaban en  pañales a la niña del exorcista en lo que sería un fenómeno de posesión al más puro estilo Primo de Rivera. Especialistas llegados de  Estados unidos junto con nuestro nacional Iker Jimenez certificaron entonces la existencia de fenómenos difícilmente explicables en la sede  de la junta en Toledo tales como empresarios de industrias cárnicas deambulando por las noches por los pasillos arrastrando pesadas  maletas, chillidos porcinos similares a los del matadero resonando en los sótanos o expedientes de evaluación ambiental que aparecían y  desaparecían sin explicación aparente.

Según Martínez Guijarro, todo ello hubiera sido sólo anecdótico sino fuera porque de un día para otro empezaron a crecer naves de porcino  como champiñones inexplicablemente a pesar de sus conjuros y los del presidente de la Diputación Alvaro Martínez Chana.

En palabras de este último “Cuantas más ayudas les dábamos para que se hundieran en la riqueza y la desesperación, más proliferaban, fue  una total locura!, pero esto fue sólo el principio…de repente, un día desapareció el tren, si! Toda la línea 310 por la que nos habíamos  desvivido invirtiendo ingentes cantidades de dinero público desapareció delante de mis narices y de las del alcalde de Cuenca”. “Otro día se  llenaba todo de eólicas sin que supiéramos nada. Y otro empezaba a manar agua sin final de nuestros pozos de regadío para leñosos como  en el milagro de los panes y los peces”

El mismo presidente García Page, en su fase de lucidez y fuera de sus habituales posesiones nos relata “Yo, aunque siempre he sido un  impulsor de los olores fuertes como atractivo turístico, ( ya que sostengo que no hay mejor reclamo que una buena mierda de cerdo en la  mano, y disculpen la rima,) ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos y la multiplicación de las protestas ciudadanas a la par  que las fantasmogranjas porcinas, creé una moratoria con mis poderes telequinéticos con la esperanza de que reinara otra vez la paz.”

Bien, según nos relata el propio Page, por lo visto los fenómenos paranormales no se detuvieron aquí sino que se acentuaron, inicios de  expedientes que no habían sido publicados en el BOP ni en parte alguna aparecieron con fecha posterior a la moratoria desafiando toda  lógica, para ejemplo, un estudio de impacto ambiental que en ningún momento se hizo público, para 4100 cerdos en Pajarón apareció en los  despachos con fecha anterior a la moratoria en una clara confirmación de los agujeros de gusano de los que hablaba Einstein en su teoría de la relatividad. En el artículo de la moratoria donde especificaba que afectaba a las granjas de más de 2000 cerdos de 30 a 100 apareció una coletilla con “o de 2500 de 20 a 100” junto con una foto de la mano de Page haciendo la peineta.

No fue la única aparición que desafió las leyes de la lógica, se habla de unos 14 estudios más.

Otros funcionarios de desarrollo sostenible hablan aterrorizados de expedientes que se autotramitan sin mediar intervención humana, de  documentos anejos que están y a la vez no están, de informes de contaminación de aguas que se esfuman. Autorizaciones ambientales que  se autopublican y un largo etcétera que está dando al traste con los intentos del gobierno regional de erradicar la industria del porcino.