Esta mañana hemos decidido ser herpetólogas. Nos hemos reunido en un coche todas juntas y nos hemos encaminado a Casas de Juan Núñez.
Allí, hemos conocido a Arturo, a Jaime, a David y hemos vuelto a ver a Fran. Ellos nos han llevado a la ermita de Casas de Juan Núñez.
Lo primero que hemos hecho, ha sido bajar el material. Después, nos hemos acercado a una charca, y hemos hecho un recuento de renacuajos. !Nos han salido 55! Aunque luego nos han dicho que había 5.000. Contando, hemos visto, en el centro de la charca, una puesta de huevos de sapillo moteado.
Mientras unas contábamos renacuajos, Fran ha encontrado un sapillo moteado. Lo hemos metido en un cubo para estudiarlo sin molestarle.
Una vez contados los renacuajos, hemos examinado el agua. Para ello, hemos cogido agua en un cubo y hemos tomado la temperatura, hemos medido el PH con un termómetro. Luego, con unos botes y unos líquidos con jeringas, hemos calculado el oxígeno disuelto y los nitratos. También hemos visto que el agua no estaba turbia.
Además, hemos cogido renacuajos y los hemos metido en un bote y uno de ellos, en un botecito, con la tapa lupa, lo hemos podido observar muy bien de cerca. Hemos llegado a la conclusión de que era un renacuajo de sapo corredor. Porque tenía una manchita clara en la garganta.
Luego, hemos observado al sapillo. Hemos visto que su papada era obscura y entonces eso significa que era un macho. Hemos observado sus ojos, pupilas, tímpanos, sus verrugas, sus patas, sus manchas de la piel con una raya. Hemos llegado a la conclusión de que era un Sapillo Moteado.
Hemos soltado a los anfibios y hemos limpiado la charca de toda la basura que había allí. Hasta había un cocodrilo de peluche. ¡Qué barbaridad!
Después de lavarnos las manos, porque tocar a los sapos puede dar picor en los ojos y nariz, coger fuerzas, almorzando fruta y chuches, nos hemos ido a la zona de Los Yesares (Valdeganga). Allí había mucho yeso y nos hemos traído de recuerdo unos cuantos minerales.
Allí hemos repetido todo, pero no hemos encontrado renacuajos. Porque el agua estaba muy fría (a 7 grados). Esta vez hemos utilizado un disco para medir cómo de turbia estaba el agua.Consiste en tirar un disco de color blanco y negro, atado con una cuerda. Lo metemos en el agua hasta que desaparece, y luego medimos la longitud de la cuerda mojada. Nos has salido unos 30cm de cuerda mojada.
Caminando hemos encontrado una rana común y la hemos vuelto a examinar. La rana era verde, con barriga blanca, las pupilas eran diferentes y los tímpanos se le veía súper bien.
Antes de devolverla hemos intentado darle un beso de despedida. Iciar la ha cogido con ayuda de David y la ha devuelto a la charca.
Nuestro día como herpetólogas ha sido muy divertido. ¡!!Gracias chic@s!!!