No parece que el nuevo Plan Hidrológico del Júcar (PHJ), actualmente en trámite de información pública, vaya a subsanar los grandes problemas de esta cuenca. Quizá una replanteamiento profundo sobre las prácticas agrícolas y ganaderas, así como sobre nuestro consumo de alimentos, puedan ayudarnos a buscar soluciones.
Desde ACEM, os planteamos una serie de cuestiones que pueden ayudarnos a reflexionar sobre la actual política del agua:
- ¿Qué medidas prevé tomar el nuevo PHJ para evitar que el aumento descontrolado de la instalación de macrogranjas de porcino en las provincias de Albacete y Cuenca y el consiguiente daño que las mismas están generando sobre la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas?
- ¿Qué medidas prevé tomar el nuevo PHJ para frenar el gran impacto cuantitativo y cualitativo que sobre los recursos de agua está teniendo la expansión continuada de regadíos intensivos asociados a cultivos herbáceos y leñosos (viña, almendro, olivo y pistacho)?
- ¿Tiene datos la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre la evolución del contenido en nitratos de las aguas subterráneas en las zonas de expansión de las macrogranjas de porcino o bien tendremos que esperar a que las aguas queden contaminadas definitivamente e inservibles para el uso humano para caer en la cuenta, como ha ocurrido en amplias zonas del interior de Cataluña y Murcia?
- ¿Hasta cuando las administraciones agraria y ganadera de las comunidades autónomas y del agua del Gobierno de España se van a estar pasando la pelota entre ellas para sacudirse las pulgas respecto a las responsabilidades sobre el deterioro del suelo y del agua que avanza implacablemente en la Demarcación Hidrográfica del Júcar?
- De acuerdo con la Directiva Marco Europea el horizonte 2027 es el límite para alcanzar el buen estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua superficiales y subterráneas. Especialmente las aguas subterráneas en la cuenca media del Júcar no paran de empeorar en los últimos períodos de planificación. ¿Se contempla una política distinta de la seguida hasta ahora para revertir esta situación?
- La agricultura y la ganadería intensiva, sobreexplotadoras de ríos y acuíferos, que se convierten en hegemónicas desde la mitad del siglo XX, son unas de las principales actividades que emiten a la atmósfera gases de efecto invernadero y provocan el cambio climático. La agroecología es la única salida para invertir esta tendencia suicida. En el Valle del Cabriel, desde tiempo inmemorial, las fuentes y manantiales han surtido de agua a cientos de pequeñas huertas que han fijado población en el territorio y han producido alimentos saludables. ¿Qué piensa hacer el Plan Hidrológico del Júcar para recuperar cientos de fuentes que se han secado en el Valle del Cabriel y están convirtiendo este espacio en un desierto?