ACEM – Ecologistas de la Manchuela de Albacete y Cuenca junto al ayuntamiento de Villamalea, celebró este 20 de febrero, el pasado día de los humedales, en la emblemática Cueva de los Angeles. Este tollo, representa mejor que ningún sitio, lo que suponen los manantiales y los regueros en los barrancos del valle del Cabriel. Estos pequeños espacios del agua, donde se concentra la vida, son auténticos oasis de biodiversidad, en un entorno de bosque mediterráneo y cultivos de almendros, que actualmente se encuentran en su fase más espectacular, nevados de flor.

La actividad consistió en acondicionar el sendero de acceso de la Cueva de los Angeles, que es un lugar muy visitado, y realizar a lo largo del sendero plantaciones de distintas especies de árboles y arbustos autóctonos, para embellecer y crear mas biodiversidad en el acceso a este paraje.

Desde ACEM – Ecologistas de la Manchuela llevamos años alertando, que muchas de las fuentes y manantiales del valle del Cabriel, se están viendo amenazadas, por el desarrollo incontrolado de los regadíos. Empiezó su declive con el desarrollo de las amplias zonas de cultivos intensivos de los grandes propietarios de los Llanos de Albacete, y a partir del año 2000, el riego de leñosas, cultivos tradicionales de secano que se ponen en riego, la viña primero, almendro después y recientemente el pistacho, han producido un descenso de los niveles freáticos. Según distintos estudios realizados por la Universidad y miembros de ACEM, la consecuencia inmediata ha sido que en los últimos años se ha perdido casi la mitad de estos pequeños espacios del agua en el valle del Cabriel, lo que los miembros de ACEM, llamamos una tragedia silenciosa, que pasa progresivamente, casi sin darnos cuenta, un año se pierde una pequeña fuente, el otro un humilde reguero…., Y nos vamos acostumbrando, la gente reconoce como natural, lo que no es para nada natural, y lo acepta resignado.

La sociedad pierde, porque perdemos el agua y perdemos biodiversidad, por la codicia de unos pocos. Creemos que con el riego nos hacemos más ricos, en ese caso solo algunos, y la realidad es que somos más pobres, creamos un mundo menos diverso y más frágil. Si los ríos son las venas de la tierra, las fuentes y manantiales son los capilares, por eso la Cueva de los Ángeles representa, mejor que ningún sitio, este paraíso que debemos de conservar.