UNA PANACEA EN LOS CAMPOS DE LA MANCHUELA

Lo primero que llama la atención es su denominación científica. Helichrysum viene a significar “sol de oro”, haciendo referencia al brillante tono amarillo de sus flores. Este género de plantas pertenece a la familia botánica de las compuestas, que se caracteriza porque las flores, muy pequeñas, se alían formando grupos organizados, llamados “capítulos” (del latín capitulum, cabecitas), que cumplen la misión de resultar lo más atractivos posible para los insectos. El típico capítulo de una compuesta es la conocida flor de la margarita o del diente de león.

Amagarza, manzanilla bastarda (Anacyclus clavatus)

Del blog: http://acorral.es/malpiweb/florayfauna/catafloracomun.html

Los capítulos de estas manzanillas silvestres son muy densos, no poseen lígulas y se agrupan a su vez al final de los tallos, formando grupos que se denominan corimbos.

También llamadas boja yesquera, por haber sido utilizadas como yesca para encender los cigarros, son plantas asociadas a terrenos más o menos degradados, como cunetas y cultivos abandonados.

Florecen desde finales de la primavera hasta el verano atrayendo a multitud de insectos y, aunque su uso se va perdiendo, son plantas medicinales muy apreciadas, más incluso que la manzanilla convencional.

Las hojas trituradas se aplicaban sobre las hemorroides para reducir el picor, y se utilizaban también sobre heridas y quemaduras, e incluso sobre picaduras de arañas o insectos.

Se ha usado contra el dolor de muelas mediante enjuagues con infusión de las flores; también se utilizaba para hacer caer las muelas podridas, insertando pequeños trozos de tallo en los huecos de la muela afectada.

La infusión se utilizaba también para combatir el dolor de la menstruación, además de considerarse digestiva, sola o mezclada con otras manzanillas silvestres.

Su sabor amargo las hace útiles para abrir el apetito, y se consideran beneficiosas para las vías respiratorias.

Para cortar las diarreas, se colocaba un ramillete debajo de la cama, y se colgaban ramos de estas plantas en los corrales y se mezclaban en la cama del ganado para ahuyentar a las pulgas y otros parásitos.

El humo que desprende al quemarse calma a las abejas, evitando así sus picaduras, por lo que también han sido usadas por los apicultores.

Sus flores se mantienen bien una vez secas, razón por la que también se les llama siemprevivas o inmortales, desprendiendo un característico aroma. Por ello se han usado, y se siguen usando, para confeccionar adornos florales y ramilletes aromáticos.

Para su uso las flores se recogen mediado el verano, cuando ya se encuentran secas en la mata.

El uso de herbicidas en agricultura y en los trabajos de mantenimiento de caminos y carreteras reduce enormemente la biodiversidad.

¡PROTEGE LA FLORA SILVESTRE!

Helichrysum con bicho