Un atentado ecológico, perpetrado por regantes y Ayuntamiento de Albacete, y con la connivencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Un atentado ecológico, perpetrado por regantes y Ayuntamiento de Albacete, y con la connivencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Nuestro derecho a comer una cantidad tres veces superior de carne que la recomendada justifica la crueldad genética y la sumisión a condiciones terribles de vida que se imponen a otra especie.
La Confederación Hidrográfica del Júcar sigue impulsando la desertificación de la Manchuela.
Ya es una realidad, muchos pueblos no tienen agua potable y en otros tantos se bebe, sin saberlo, agua contaminada por nitratos. Muchas gracias a la ganadería industrial.
Nuestra enhorabuena a las gentes de Quintanar del Rey y, en especial, a la Asociación Quintaverde Pueblo Vivo.